Llévalo al veterinario

Recuerdo como si fuera ayer.

Íbamos en el auto junto a nuestro compañero de teatro que también veterinario.

Como aprovechando la ocasión, una amiga preguntó “Oye Pepe (el nombre lo he cambiado para guardar su identidad), mi perrita está vomitando, ¿qué le puedo dar?”.

Su respuesta fue: “Llévalo al veterinario”.

A veces la gente piensa que es para “no compartir conocimientos” o “no querer dar consulta gratis”. Nada más lejos de la realidad.

Si tu perrita está vomitando, puede ser por múltiples factores: parásitos, comió algo que no debía, o tiene una enfermedad más grave.

Si mi compañero veterinario hubiera recetado algún medicamento para que la perrita de mi amiga dejase de vomitar, podría haberla literalmente MATADO. O empeorado sus síntomas, una de las dos.

Una perrita que está vomitando tiene que ser observada, revisada. Se debe preguntar a sus humanos que es lo que ha comido, que ha pasado durante los últimos días previos a su malestar. Incluso, hacer exámenes.

¿Por qué?

Porque sin un buen diagnóstico, no puede haber una buena cura. ASÍ DE SIMPLE.

No, no me he vuelto loco.
Tampoco se me cruzaron los Instagram.

He querido comenzar con un ejemplo claro de porqué cuando una persona me pregunta “¿Qué tarjeta de Péndulo Hebreo debo irradiar para mi dolor de cabeza?” no puedo sugerirle yo una tarjeta.

A veces los estudiantes o colegas quieren que uno dé consejos sin haber visto a la persona, sin haber percibido su energía. Todo con una simple y llana pregunta, sin ninguna base.

 Así que me gustaría recordar:

  1. Si una persona tiene una dolencia física DEBE ir a médico SIEMPRE.
  2. Nosotros no vemos temas físicos, sino energéticos. Trabajamos con energía y en la dimensión energética. Eso muchas veces repercute positivamente en el problema a nivel físico.
  3. La persona que está haciendo un trabajo de Péndulo Hebreo es quien está trabajando con el consultante. El consultante ha confiado a ella sus problemas, dolores y pesares. Es por eso que el terapeuta debería contar con mucha más información que el colega que no ha visto, revisado ni investigado nada sobre el consultante.
  4. Si estás estudiando correctamente DEBES confiar en tu trabajo.
  5. Lo siento, pero la posibilidad de errar SIEMPRE existe. Los mejores médicos pueden equivocarse en sus diagnósticos. Alguna enfermedad rara puede aparecer. Nunca podrás preverlo todo, pero un buen curso, aprender a “pensar en términos de energía”, tener las experiencias de personas que ya han hecho cientos (y hasta miles) de tratamientos Y QUE ADEMÁS han ido anotando sus resultados, han visto patrones, te servirá para poder ahorrarte camino y años de estudio y práctica.
  6. En mis cursos NO enseño solo protocolos, enseño a mis alumnos a pensar.
  7. Sin un buen diagnostico NO hay un BUEN tratamiento.

Espero que esta información te sea de ayuda y te dé muchas ideas para seguir aprendiendo esta maravillosa terapia de Sanación Energética.

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